El descanso es necesario. Los jugadores, jugadoras, entrenadores y entrenadoras que no lo tienen en cuenta tarde o temprano lo pagan. Es un aspecto básico del entrenamiento. El equilibrio entre la proporción de trabajo adecuada para ir mejorando cada uno y el descanso necesario para que esa mejora se asimile de verdad, varía en función de diferentes aspectos.
Seguramente podemos entrenar más pero no a cualquier precio. Todos sabemos que la cuestión no es la cantidad de tiempo que le dedicas a esas ganas de mejorar y de crecer. La clave está en la calidad de las mismas. Sin calidad en las mismas, ese trabajo no nos proporciona todas las cosas positivas que nuestras expectativas nos han hecho pensar y ahí podemos empezar a sentir exactamente lo contrario.
Muchas veces los entrenadores utilizamos ejemplos de grandes estrellas que trabajan mucho tiempo para conseguir sus mejoras (Jordan, Bryant, Curry,…) pero le prestamos atención sólo a la cantidad de tiempo. Lo importante es la capacidad para trabajar mucho tiempo a un nivel de calidad que te haga mejorar.
Esto es entrenable en todos los aspectos que se incluyen en el baloncesto. ¿Pero los trabajamos todos? La respuesta es no y la solución es la de siempre: equilibrio. Si un jugador piensa que necesita descansar y os lo dice a vosotros entrenadores o detectáis esa necesidad, hay que mirar qué cambiar para mejorar el equilibrio de todo. Trabajar calidad en una cantidad ecológica para el jugador.
Daniel Barreña
Coach deportivo